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Una breve historia de AMOR

 Una breve historia de AMOR....... Dedicada a mis hijos, nietos y bisnietos y porque no a mis tataranietos Quizas el título suene un poquiti...

miércoles, 14 de octubre de 2020


 

Alucinaciones espontáneas y voluntarias

Ernesto Bozzano

En los incidentes de la vida ordinaria y diurna, todos los recuerdos son constituidos por imágenes atenuadas, más o menos vagas, cuya débil vivacidad no permite distinguir su naturaleza. No obstante, la regla admite numerosas excepciones, y todos los hombres geniales cuya fuerza imaginativa ha logrado crear obras maestras fueron dotados de una intensa visión mental que les permitía percibir interiormente los personajes y ambientes engendrados por un febril trabajo mental en gestación.

Es sabido que los grandes autores románticos, entre ellos Dickens y Balzac, se obsesionaban a veces con la visión de los personajes por ellos idealizados, hasta el punto de verlos delante de sí mismos, como si se trataran de personalidades reales.

Del mismo modo, podemos hablar de los pintores cuyo poder de visualización puede llegar a sustituir los modelos vivos. Brierre de Boismont, en su libro “Las alucinaciones” (págs. 26 y 451), relata el siguiente hecho: “Un pintor que había heredado gran parte de la clientela del célebre artista José Reynolds y que estaba considerado, además, como un retratista superior a éste, me confesó tener tantos encargos que llegó a pintar trescientos retratos, entre grandes y pequeños, durante un año. Tal rendimiento de trabajo nos parece imposible, pero el secreto de la rapidez y del extraordinario éxito del artista consistía en el hecho de que no le fuera necesario más que una “pose del modelo original”.

Wigam cuenta:

“Lo vi pintar yo mismo, ante mis ojos, en menos de ocho horas, el retrato de una persona conocida, y puedo asegurar que el trabajo era tan cuidadosamente hecho como fiel a la similitud. Le pedí aclaración sobre su método: Cuando me presentan un nuevo modelo _ dijo _ lo miro con mucha atención durante media hora al mismo tiempo que, a menudo, fijo un detalle de la fisonomía sobre la pantalla. Media hora de observación me basta para que dispense otras “poses”. Me alejo, entonces, de la pantalla y me ocupo de otro modelo. Cuando vuelvo al primer retrato, pienso en la persona y me siento en el taburete, en donde empiezo a percibirla tan nítidamente como si de hecho estuviese presente. Llego a distinguirle la forma y el color de modo más nítido y más vivaz que lo haría si la persona estuviera allí realmente. A esas alturas, de cuando en cuando, miro la otra, la figura imaginaria; la fijo fácilmente sobre la pantalla y, cuando es necesario, interrumpo el trabajo para observar cuidadosamente el modelo, en la “pose” que se había puesto.

Cada vez que vuelvo a mirar el taburete, allá veo, infaliblemente, mi modelo. No obstante, es de señalar que esta excepcional facultad para objetivar imágenes ha terminado por ser fatal al artista, pues se volvió loco cuando ya no le fue posible distinguir las alucinaciones voluntarias y representativas de algunas personas, de las personas realmente vivas. Como se deduce por los casos de esta naturaleza, y siempre gracias a las nuevas luces proyectadas por las investigaciones metapsíquicas sobre el origen de las alucinaciones, vemos como, en general, todo concurre para demostrar que en las formas alucinatorias, a las que están más o menos sujetos los escritores románticos y artistas, existe algo de objetivo y substancial. Se trata de una inducción que, además, ya resulta más nítida con el análisis de las sugestiones hipnóticas, tal como me propongo demostrar.

domingo, 28 de junio de 2020

La Confederación Espírita Argentina
https://www.ceanet.com.ar/historia-de-la-cea/
En 1880, don Antonio Ugarte, hombre probo e íntegro, fundó en la ciudad de Buenos Aires, junto con su esposa, doña Rosa Basset (excelente médium), una sociedad espírita a la cual denominó entonces Congregación Doctrinal La Fraternidad (…).
Ugarte tenía una idea fija, la de nuclear a las instituciones espíritas en una organización central de fuerza cohesiva. Trabajó febrilmente para contagiar su entusiasmo y su idea, tratando de encontrar colaboradores entre sus pares y amigos. En una compleja serie de reuniones se fueron barajando conceptos y proyectos que, poco a poco, por una razón u otra se frustraron, quedando sin efecto momentáneamente (…).
Ugarte insiste, no descansa en su acción. Piensa, y con suma razón, que el ideal espírita es sublime, y que no puede ser malogrado como se hace desde distintos ángulos. Los pequeños núcleos denominados espiritistas proliferan. Los curanderos que se asignan a sí mismos dicho título son vuelta a vuelta un tema de las crónicas policiales. Estafan la credulidad pública y se proclaman, con desparpajo, espiritistas. Ciertas adivinas, que pregonan una sarta inicua de supercherías, se anunciaban con volantes profusamente distribuidos por toda la ciudad: “espiritistas diplomadas en París”. Era ineludiblemente necesario hacer algo para que los sanos esfuerzos de los idealistas desinteresados y nobles no entraran en la bancarrota (…).
Cosme Marino
Cosme Mariño
En vista de estas evidentes falencias, registradas en el movimiento espírita argentino, la Sociedad “Constancia”, bajo la presidencia de Cosme Mariño y la ayuda valiosa de Ovidio Rebaudi, había formado una comisión especial que tenía a su cargo atender las inquietudes de las entidades en proceso de formación, a las que se proveía de elementos de estudio: libros, folletos y revistas con artículos explicativos que en un modo muy sui géneris iba cumpliendo una buena faz de la acción centralizadora (…).
Llegado diciembre de 1890, luego de una serie de cabildeos que comenzaron en 1889, Ugarte lanza el proyecto de fundación de una Federación, para aglutinar sociedades bien constituidas y ponerse todas de acuerdo en la defensa de los valores prístinos del ideal espírita. A tal propósito, ya se había ensayado formar lo que se denominó “Centro de Propaganda”, en donde se reunía a los delegados de diversos centros con el fin de cambiar ideas sobre puntos básicos doctrinales, modo de interpretación y formas de preparar campañas de propaganda. Uno de estos fallidos centros lo presidió Manuel Sáenz Cortés, y otro, Ovidio Rebaudi, y tuvieron por punto de reunión la casa de la calle Andes (hoy José E. Uriburu) nº 444. Estos propósitos fracasaron, unos tras otros, pues los actores no estaban preparados para una acción conjunta de tal naturaleza.
Ovidio Rebaudi
En 1891, en su intento por dar curso a su idea, pese a las oposiciones, resuelve Ugarte volcar todas las posibilidades efectivas de la sociedad “La Fraternidad”, con todos sus recursos, en el mecanismo federativo que logró poner en funciones. La Federación Espírita Argentina tuvo vida, pues. Hasta la revista de la institución pasó a ser íntegramente el órgano de la federación. Al cumplir “La Fraternidad” su 11º aniversario, no puede hacer la fiesta grande que en estos casos y hasta entonces se acostumbraba realizar, por estar contribuyendo con todas sus fuerzas y bagajes a la tal organización federativa. Este organismo logra reunirse por un tiempo, tres veces por mes, los días 9, 19 y 29, en Brandsen 1565. Allí ha establecido su sede. Es el domicilio de Manuel Sáenz Cortés.
A fines de 1899, Ugarte vuelve a la carga con su idea de una federación, y se logra integrar una comisión con Ovidio Rebaudi, Modesto Rodríguez Freire, Juan Canter, Cosme Mariño y él. Las reuniones se realizan en la sede de “La Fraternidad”. Se logra por fin reunir a los delegados de 11 sociedades, que empiezan a responder a la idea central, y el 14 de junio de 1900 queda constituida la Confederación Espiritista Argentina, ya con 16 representaciones de Capital e Interior. Resulta electo presidente don Cosme Mariño, y se pone en marcha el primer intento serio de organización federativa. No cabe aquí señalar todos los problemas que este logro llevó implícitos. La fortaleza moral, la dedicación y constancia de Ugarte tuvieron por fin su concretización.
Placa de Fundación de la Confederación Espiritista Argentina
Placa de fundación de la Confederación Espiritista Argentina

Primera Mesa Directiva de la CEA:

Presidente: Cosme Mariño.
Vicepresidente Primero: Antonio Ugarte.
Vicepresidente Segundo: Luis González.
Secretario General: Ignacio Ferraro.
Prosecretario Primero: Emilio Becher.
Prosecretario Segundo: Pedro Serié.
Prosecretario Tercero: Antonio Turco.
Prosecretario Cuarto: Martín Castiarena.
Tesorero: Isidro Fernández.
Protesorero: Vicente Fischetti.

(*) César Bogo: Periodista, escritor y dirigente espírita argentino; Presidente de la CEA (1955-1959). Párrafos extraídos de sus libros Una larga trayectoria institucional: Historia de la CEA, CEA, Buenos Aires, 1984; y Perfil de un arquetipo: Antonio Ugarte, CEA, Buenos Aires, 1970.

lunes, 15 de junio de 2020

sábado, 30 de mayo de 2020

Luz espiritual

http://www.luzespiritual.org/Libro/centroespirita.pdf
J. HERCULANO PIRES EL CENTRO ESPÍRITA
SANDALIAS SEMBRADORAS El Centro Espírita nació de las sandalias de Jesús, que nunca, nunca murió ni por lanza, ni en la cruz. Jesús desapareció Para los vanidosos de la Tierra, mas luego reapareció para la gente de su tierra. Las sandalias de Jesús nunca dejaron de andar, solitas, llenas de luz, para las sombras espantar
 Esas sandalias vacías van por calles y rutas, sin fiestas ni fantasías, bajo soles y bajo lunas. Paran humildes y calmas en la solera de una puerta, golpean solas como palmas, entran debajo de la puerta. Hay desesperanza y aflicción. ¿Quién sufre y gime ahí dentro? Las sandalias ya se van, pero queda en la casa un Centro.

sábado, 23 de mayo de 2020

Henri-Frédéric Amie

Henri-Frédéric Amiel fue un filósofo, moralista y escritor suizo, autor de un célebre Diario íntimo. Wikipedia
Fecha de nacimiento27 de septiembre de 1821, Ginebra, Suiza
Fallecimiento11 de mayo de 1881, Ginebra, Suiza
Nombre completoHenri Frédéric Amiel
Henri-Frédéric Amiel (Ginebra27 de septiembre de 1821-ibídem11 de mayo de 1881) fue un filósofomoralista y escritor suizo, autor de un célebre Diario íntimo.

Biografía[editar]

Descendía de una familia hugonote que se había trasladado a Suiza después de la revocación del Edicto de Nantes. Era el hijo primogénito del comerciante Henri Amiel y de Caroline Brandt. Dos tragedias familiares marcaron su infancia: la muerte de su madre por tuberculosis cuando contaba apenas once años y, dos años más tarde, el suicidio de su padre. Así pues, con trece años y dos hermanas pequeñas, Fanny y Laura, fueron recogidos por su tío Frédéric Amiel y su esposa Fanchette, ya padres de cinco hijos. Esta estancia duró siete años.
Tras emprender estudios en su villa natal, viajó por Suiza, Italia, Francia y Bélgica. Muy dotado para el estudio, le enviaron a Alemania a cursar Filosofía en la Universidad de Heidelberg, donde permaneció nueve meses, y los terminó en la de Berlín en 1848, teniendo entre sus profesores a Friedrich Schelling en filosofía y a Friedrich Eduard Beneke en psicología. También estudió teología y filología. Durante sus viajes trabó amistad con prestigiosos intelectuales europeos. En 1849 fue designado profesor de estética en la Academia de Ginebra gracias a su estudio Du Mouvement littéraire dans la Suisse romande et de son avenir; desde 1854 hasta su muerte tuvo la cátedra de filosofía moral. Estos cargos, conferidos por el partido demócrata, le hicieron perder el apoyo del partido aristocrático, que dominaba casi toda la vida cultural de la ciudad.
Este aislamiento inspiró el libro por el cual todavía es conocido, las diecisiete mil páginas en doce volúmenes de su Journal intime ("Diario Íntimo"), escrito entre 1839 y 1881 y publicado póstumamente en un epítome de quinientas páginas y dos volúmenes por su amigo Edmond Schérer (1884). Esta obra, en versiones más o menos incompletas, dio a su autor fama en toda Europa y ejerció mucha influencia sobre otros autores que cultivaron el género, por ejemplo León Tolstoy. Empezó a escribirlo atormentado «por la eterna desproporción entre la vida soñada y la vida real» y armado de un bisturí crítico despiadado, que ejerció con la obsesión de conocerse a sí mismo hasta el masoquismo. «Nada se parece tanto al orgullo como el desánimo», escribió.
Su Diario obtuvo una simpatía que el autor no halló en vida. Filosóficamente fue un indeciso; osciló entre el pesimismo y el idealismo alemán más exaltado; en cuanto a política, dejó escrito que «lo que gobierna a los hombres es el miedo a la verdad». En L'escalade de 1602 (1875), Charles le Temèraire (1876), Romancer historique (1877) y Jour à jour (1880) se observa cuánto influyó en él el pesimismo. Además, produjo varios volúmenes de poesía de una vaga espiritualidad: Grains de mil (1858), Pensieroso (1858) y La part du Rève (1863 y 1876). Su obra más popular fue, sin embargo, una canción patriótico-militarista: Roulez, tambours! (1857). Escribió ensayos sobre ErasmoMadame de Staël y otros escritores, pero en este terreno tuvo particular éxito un libro más modesto, J. J. Rousseau jugé par les genevois d'aujourd'hui (1879). También tradujo correctamente a poetas alemanes en Les etrangéres (1876)

sábado, 16 de mayo de 2020

Rafael Gonzalez Molina

https://bibliotecaespirita.es/rafael-gonzalez-molina/

TAL DÍA COMO HOY

En 2005, desencarnó Rafael González Molina, gran divulgador del espiritismo en España desde el primer congreso espiritista de 1981 en Madrid. (15)

9)

domingo, 3 de mayo de 2020

Cosme Mariño


Cosme Mariño

(1847 – 1927) Argentina – el Kardec argentino

Fue un hombre clave para la divulgación del Espiritismo en el Río de la Plata, especialmente en la Argentina. Se lo denominó "El Kardec Argentino". Su lucha fue más prolongada y más violenta que la de Kardec. Tuvo que trabajar medio siglo para conquistar y consolidar las posiciones que nos legó. Fue agredido no solamente de palabra y por escrito, sino también con un arma de fuego. Sin embargo, nada lo hizo desanimar, nada lo intimidó, porque fue un gran misionero consciente de su poder, seguro del valor inmenso de la idea que defendía con riesgo de su propia vida.
Nació en Buenos Aires, capital de la República Argentina, el día 27 de septiembre de 1847, y desencarnó el 18 de agosto de 1927. El padre era militar (oficial de artillería) y la madre atendía el hogar, realizando en ocasiones tareas de costura. En un “hogar pobre, pero honrado”, según sus propias palabras, fue educado dentro de los principios de la Religión Católica y, ya desde temprana edad, se sintió inclinado hacia la vida sacerdotal. Pensó que ese sería el camino para ejercer su necesidad de servir al prójimo. Cursó sus primeros estudios en la iglesia de San Nicolás y luego un año de latín en el Convento de San Francisco. Comprendió entonces que su vocación no pasaba por la formación sacerdotal. De segundo a cuarto año continuó con los Estudios Preparatorios de la Universidad (actual ciclo secundario) y en 5º año pasó al Colegio Nacional, recién fundado por el presidente Bartolomé Mitre. Ingresó seguidamente a la Facultad de Derecho.
Alrededor de los 20 años de edad escribió sus primeros ensayos y artículos literarios, publicados en periódicos de la época, tales como “El Inválido Argentino”, órgano de la Sociedad Protectora de Inválidos, centro nuevo de atracción para sus inquietudes espirituales. Allí inició el contacto con otro joven, José C. Paz, lo que selló su inclinación hacia el periodismo.
En el año 1869, la Argentina estaba en un proceso de evolución. Domingo Faustino Sarmiento era el presidente de la República. Mariño, junto con su amigo José C. Paz, fundan el diario “La Prensa”. Paz tenía 27 años de edad y Mariño 22. No tenían dinero para afrontar esta empresa, por lo que emitieron acciones entre sus amigos y se lanzaron a un periodismo sano, informando con claridad y altura de miras. Digamos de paso que el diario “La Prensa” de aquella época inaugural, en poco se parecía a la empresa editorial que fue después. Mariño se dedicó en cuerpo y alma a esta actividad, y no tenía tiempo ni para dormir en su casa. Lo hacía en cualquier rincón de la imprenta. Al año siguiente, su hermano mayor, Gervasio, viendo que la situación era insostenible, pagó la deuda y le pidió a Cosme que abandone la actividad. Comenzó así a desempeñarse como procurador en un estudio de Buenos Aires.
En 1871 participa activamente en la lucha para vencer la epidemia de fiebre amarilla que asoló a la ciudad de Buenos Aires. Se contagió, pero logró sobrevivir. Fue condecorado con la Cruz de Hierro, junto con la impresión de carteles con su nombre y el agradecimiento de todos los porteños. Recibió también una medalla de oro por su valor y espíritu de servicio. Por el renombre adquirido y lo avanzado de su carrera universitaria fue obteniendo una importante clientela en asuntos judiciales (estancieros del sur de la provincia de Buenos Aires), lo cual incidiría favorablemente en su profesión de allí en adelante.
En 1872, con veinticinco años, Cosme se suma como secretario en el Comité de Ayuda a Chile, presidido por el rector de la Universidad Nacional. Chile sufría una terrible epidemia de viruela. Con la dinámica que le impone consigue mandar mucho dinero al país vecino. La Municipalidad de Santiago de Chile y la Junta de Lazaretos de dicho país le otorgaron medallas de oro, en reconocimiento a su desinteresado apoyo. Cursaba el último año de Derecho, mas el examen de la última materia no fue nunca rendido porque de allí en más sus múltiples actividades, profesionales y después también espíritas, lo absorberían totalmente.
En 1873 viajó a Chascomús - ciudad que se encuentra a cien kilómetros de la Capital Federal- a pedir en matrimonio a Mercedes Milani. Vuelve a Buenos Aires para los preparativos. Regresa a esa ciudad, se casa en 1874 y se muda a Dolores.
Mercedes Milani era descendiente de fundadores de Chascomús. Cosme Mariño la conoció cuando ella apenas tenía 16 años de edad. Una circunstancia fortuita hizo que la pareja, tiempo después, se encontrara de nuevo en Buenos Aires, iniciándose un breve idilio que concluyó con el casamiento. Tuvieron seis hijos. La unión duró sólo 18 años, hasta la desencarnación de Mercedes en 1892.
Además de criar a sus hijos, este matrimonio bien avenido, en forma bondadosa y desinteresada, tomó a su cargo seis niños más, huérfanos y abandonados, que vivieron bajo el techo de su hogar, como hijos propios.
El día previo a su partida se despide de su amigo de la infancia, el Dr. Aristóbulo del Valle, entonces Ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, quien lo designa representante del gobierno ante los Tribunales del Sur de la provincia de Buenos Aires, con sede en Dolores, que acababan de ser creados. Integra una comisión para inspeccionar las obras de la Casa de Justicia y Cárceles y le otorga Del Valle igualmente el cargo de Juez de Paz, a ejercer desde 1875. Llevaba Mariño, además, cartas de recomendación de destacados estudios jurídicos de la Capital. Instaló en Dolores su propio estudio de procurador (período 1874-1879) y, de esta manera, consiguió asegurar su situación económica.
Tomó a su cargo ad honorem la presidencia de la Comisión del Hospital San Roque, que se hallaba entre las más precarias. Con su dinamismo, carisma y capacidad puso el hospital en condiciones de funcionamiento y sin deudas.
También, en dicho plazo, fue nombrado miembro de la Comisión del Consejo Escolar, que ocupó desinteresadamente, aportando ideas y recursos. Donó incluso unos terrenos propios, para que se estableciera una escuela.
En cierta ocasión, Cosme Mariño llama al ingeniero Rafael Hernández, para una mensura de campos. Terminan hablando de Espiritismo. Así es como Rafael inicia a Cosme en la lectura de los textos de Allan Kardec, iniciándose una amistad que perdura por muchos años, convirtiéndose en decididos y valiosos compañeros en sonadas actuaciones a favor del Espiritismo.
Las reuniones espíritas se realizaban en casa del Dr. Pedro Bourel. Se vinculaban a este hecho, los nombres de Justo Ortiz, Enrique Becker, Felipe Aristegui, Alejandro Villabrile. Pero quien representaba un papel preponderante en este grupo era, ni más ni menos que el ingeniero Rafael Hernández, el fundador de varias ciudades de la provincia de Buenos Aires, político de nota, senador, diputado; además, hermano del ilustre autor del “Martín Fierro”, don José Hernández.
En 1879, Mariño regresa a Buenos Aires, para trabajar en uno de los estudios jurídicos más importantes de la Capital, con los doctores Aristóbulo del Valle y Mariano Demaría. En 1895, ingresa al Banco Nacional de Préstamos como jefe de la Oficina Jurídica.
Volviendo al año 1879, Mariño ingresa a la Sociedad Constancia, la primera sociedad espírita fundada en Buenos Aires en 1877. En poco tiempo forma parte del cuadro directivo y se convierte en el director de la Revista Constancia, pionera dentro de los periódicos espíritas, (período 1881-1927). En 1881 fue nombrado vicepresidente y, al hacerse cargo del puesto, propone la realización de conferencias públicas e internas, convirtiéndose en su principal gestor y organizador. También funda una biblioteca social, para brindar adecuada ilustración a los adeptos que sólo ingresaban atraídos por el fenómeno. En 1883, la Asamblea General lo confirma en el puesto de presidente y la Sociedad empieza a adquirir un nuevo ritmo.
Desde su lugar de periodista se enfrentó a grandes polémicas a favor de las ideas espíritas. Hizo campañas contra curanderos y falsos médiums, que asumían indebidamente el título de espiritistas. Fue perseguido y desacreditado por ello. Los jesuitas fueron sus más violentos enemigos, difamándolo en público. Él siempre respondió con altura, elegancia y sobre todo, con mucho conocimiento.
En 1892 fue víctima de un atentado. Una fanática religiosa lo atacó con un arma de fuego, hiriéndolo, pero sin mayores consecuencias. Era una época de mucho fanatismo e intolerancia religiosa.

Escribió varios libros y muchos artículos periodísticos, todos de gran valor:

• Espiritismo (1881)
• El Espiritismo ante la Ciencia (1882)
• Catecismo de moral y religión (1883)
• Lo ideal es lo real (1893) drama.
• Guía para la formación y sostenimiento de grupos y sociedades espiritistas. (1894)
• Bases que podrían servir para fundar una asociación y partido liberal (1895).
• El Espiritismo al alcance de todos (1902)
• Instantáneas (1907)
• Pruebas concluyentes de la existencia del alma (1909)
• Cartas de Julia (1911) (Traducción)
• Concepto espírita del socialismo (1913)
• Memorias de un hombre mediocre (1918) (1924)
• Las Primeras Golondrinas (1922) novela
• El Espiritismo en la Argentina (1924) publicado en 1932.
El 14 de junio de 1900, se funda la Confederación Espiritista Argentina (CEA), que agrupa a la mayoría de las sociedades espíritas de la Argentina hasta nuestros días, y Cosme Mariño asume la presidencia.
Fue vicepresidente de la Sociedad Protectora de Niños Desvalidos, actuó para derogar la pena de muerte, y en 1925 inauguró El Asilo Centenario, en la localidad de Villa Lynch (prov. de Buenos Aires), destinado a niños huérfanos.
Cosme Mariño tuvo una actuación de casi 50 años en el Espiritismo. Fue presidente de la C.E.A., presidente permanente de la sociedad “Constancia” (1883-1927), director de la Revista de esa institución, escritor, periodista, orador y director de sesiones mediúmnicas. Sus amistades íntimas fueron grandes personajes de la política, el arte y la literatura. Se relacionó con don Pancho Sierra, quien de paso por la Capital se acercó hasta la Sociedad Constancia, asistiendo a algunas sesiones y posteriormente haciéndose socio. Se escribía con Amalia Domingo Soler y con espíritas de todo el mundo. Era afable, sencillo en su forma de ser, tanto como enérgico y decidido cuando había que defender una posición en la que se apoyaba por su saber y su moral.
“El móvil de cuanto he hecho y podido exteriorizar, fue siempre altruista. Cuando he creído que una idea era buena, he tratado siempre de prestigiarla y propagarla dentro de mis limitadas aptitudes. Jamás me detuve ante una consideración egoísta o de mero interés personal, cuando con la sinceridad que me caracterizaba he llegado a descubrir una idea o una doctrina que pudiese servir para el progreso moral de la humanidad. Como es público y notorio, he sacrificado toda consideración personal y utilitaria, y hasta el buen concepto que pudiese inspirar a los demás, cuando he vislumbrado un camino más recto y seguro de llegar a la verdad, porque considero que la verdad, sinceramente sentida y practicada, es lo único que hace amar la vida, por su dedicación al propio progreso individual y colectivo” (Cosme Mariño – “Memorias de un hombre mediocre”).
Fuente consultada:
CESAR BOGO, “El Líder” Cosme Mariño: su vida – su obra.
SCHULTE, Etel. “Espiritismo, Sendero de luz”
MARIÑO, COSME. “Memorias de un hombre mediocre

viernes, 1 de mayo de 2020

Oracion a Meneses


ORACIÓN A BEZERRA DE MENEZES
Nosotros Te rogamos, Padre de Infinita Bondad y Justicia, las gracias de Jesucristo, a través de Bezerra de Menezes y sus legiones de compañeros. Que ellos nos asistan, Señor, consolando a los afligidos, curando a aquellos que se tornen merecedores, confortando a aquellos que tengan sus pruebas y expiaciones a pasar, esclareciendo a los que deseen conocer la Verdad y asistiendo a todos cuantos apelan a tu Infinito Amor.

Jesús, Divino Portador de la Gracia y de la Verdad, extiende tus manos dadivosas en socorro de aquellos que te reconocen como Guardián Fiel y Prudente; hazlo, Divino Modelo, a través de tus legiones consoladoras, de tus Santos Espíritus, a fin de que la Fe se eleve, la Esperanza aumente, la Bondad se expanda y el Amor triunfe sobre todas las cosas.

Bezerra de Menezes, Apóstol del Bien y de la Paz, amigo de los humildes y de los enfermos, mueve tus legiones amigas en beneficio de aquellos que sufren, sean males físicos o espirituales. Santos Espíritus, dignos obreros del Señor, derramad las gracias y las curas sobre la humanidad sufridora, a fin de que las criaturas se tornen amigas de la Paz y del Conocimiento, de la Armonía y del Perdón, sembrando por el mundo los Divinos Ejemplos de Jesucristo.


domingo, 12 de abril de 2020

Léon Denis

Léon Denis (1 de enero de 1846 - 12 de abril de 1927) fue un notable filósofo espiritista francés,1​ y junto a Gabriel Delanne y Camille Flammarion, uno de los principales exponentes del espiritismo después de la muerte de Allan Kardec. Dio en Europa conferencias internacionales de espiritismo y espiritualismo, promoviendo la idea de la supervivencia del alma después de la muerte y sus consecuencias para las relaciones humanas. Es conocido como el apóstol del espiritismo francés.

Biografía[editar]

Léon Denis nació en FougMeurthe-et-MoselleFrancia, el 1 de enero de 1846,2​ de una familia humilde. Muy temprano en su vida, por necesidad, hizo trabajos manuales y tuvo que soportar duras responsabilidades por su familia. Desde sus primeros pasos en el mundo sintió que lo asistían amigos invisibles. En vez de participar en juegos apropiados a su edad, trató de instruirse a sí mismo lo más intensamente posible. Mediante su propio esfuerzo leyó trabajos serios para desarrollar su inteligencia. Se convirtió en un serio y competente autodidacta.
A la edad de 18 años, comenzó trabajando como representante de venta, y por ello viajaba con frecuencia. Esta situación continuó hasta el tiempo de su conversión. Adoraba la música y, siempre que tuviera la oportunidad, atendía óperas o conciertos. Tocaba arias conocidas para piano y también sus propias composiciones.
Era casi exclusivamente vegetariano, no fumaba y tampoco eran de su complacencia las bebidas fermentadas. Se dio cuenta que el agua era su bebida preferida.
Tenía costumbre de ver con interés los libros que se mostraban en las librerías. A los 18 años, encontró uno con un título inusual: El libro de los espíritus, de Allan Kardec. Compró el libro y fue inmediatamente a su casa entregado con entusiasmo a su lectura.
Denis comentó luego de leerlo: “Encontré en este libro la solución clara, completa y lógica, al problema universal. Mi convicción se hizo fuerte. La teoría espiritista disipó mi indiferencia y mis dudas.”
Denis no era sólo un sucesor de Allan Kardec, como se suponía, sino que además fue una figura importante en la consolidación del movimiento espiritista. Emprendió estudios sobre el espiritismo, investigó sobre la mediumnidad, y expandió el movimiento espiritista por Francia y el resto del mundo. Profundizó los aspectos morales de la doctrina y, sobre todo, reafirmó el movimiento en las primeras décadas del siglo XX.
Se suele considerar al rol de Kardec como aquel de sabio, siendo el rol de Denis como aquel de filósofo. Léon Denis fue llamado el Apóstol del Espiritismo, debido a su trabajo sostenido y a sus palabras, dichas y escritas, en favor de la nueva doctrina. Poseyendo gran sensibilidad moral, dedicó su existencia entera a la defensa de los postulados que Kardec había transmitido en los libros de la doctrina espiritista.
El mismo Denis resumió su misión como sigue: “He consagrado mi existencia al servicio de esta causa grande que es el espiritismo, o moderno espiritualismo, que ciertamente será la fe universal y la religión del futuro."

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1.  Spence, Lewis.Encyclopedia of Occultism and Parapsychologyp. 229.
  2.  Biography (Bezerra de Menezes Kardecian Spiritist Center)

Bibliografía[editar]

De Denis:
Muchos de sus trabajos están disponibles en español.
Biografía:
  • Luce, Gaston. Léon Denis, l'aportre du spiritisme, sa vie, son oeuvre
  • Baumard, Claire. Léon Denis intime (J. Meyer, 1929). Prefacio por Arthur Conan Doyle

jueves, 2 de abril de 2020

Salvador Sellés

Salvador Sellés Gosálbez nació el 21 de Abril de 1848 en Alicante, en la plaza del Cuartel nº 1.
Hijo de Francisco Sellés y María Antonia Gosalbez es considerado uno de los mejores poetas alicantinos, sin menospreciar a Gabriel Miró.
Era un gran filósofo, poeta, dramaturgo y dibujante. A la edad de trece años pintó a lápiz “La Santa Faz” del que a día de hoy se desconoce su paradero, aunque no es por el dibujo que se le conoce, sino por su gran arte de escribir poesía.
Por sus escritos y otras referencias que hemos encontrado de él, sabemos que era un hombre de grandes valores morales. Simple trabajador de correos, cuando ya estaba en una edad avanzada renunció a un ascenso a favor de un compañero más joven, que necesitaba mucho más el dinero.
También fue un gran periodista, escribiendo en varios periódicos como “El Luchador” y la “La Revelación”. Este último era un periódico espírita publicado en Alicante por Sr. Ausó y Monzó.
Gran espiritista, considerado por sus amigos y por él mismo, el primer espírita de Alicante, entendía y practicaba el Espiritismo interesándose por los más desvalidos. Podemos
encontrar en “La Revelación, año 1 nº 1”de Enero de 1872 un escrito de él donde define el Espiritismo de la siguiente manera:
“El Espiritismo es la copa de oro que derrama el bálsamo del consuelo sobre las llagas del infortunio, es el matizado iris que promete una existencia de recompensas, más allá de una existencia de penalidades y es el tribunal benéfico y equitativo, que corona de laureles el mártir corazón que ha caído bajo las formas de la injusticia, en el doloroso anfiteatro de este mundo…”
En 1888 recibió el título de la “Academia Internacional para el Estudio del Espiritismo y del Magnetismo”.
Comprendía la religión sin dogmas, ni ritos. Defendía el Cristianismo primitivo y no creía en la Iglesia Católica, a la que consideraba como aliada de la opresión.
A los trece años ya había leído las ochocientas comedias de Lope de Vega y en su vida escribió obras como “Hacia el infinito” “Giorgiano Bruno” “El Temblor de la Tierra” “La elegía del ciego” “Lázaro” y la que vamos a ir publicando en este periódico “El profeta en su tierra”. En 1875 fue a vivir a Madrid, aunque tenemos datos que le sitúan en 1872 en Alcazar de San Juan (Ciudad Real), donde fue vicepresidente de la Sociedad Espiritista Española junto con Antonio de Torres-Solanot y Casas (Vizconde de Torres-Solanot) quien era su presidente. Allí tuvo amistad con Nuñez de Arce, Castelar, Amparo López del Baño y Rosario de Acuña, volviendo a Alicante a principios del siglo XX.
Se casó con Lorenza Pastor el 5 de Febrero de 1876, desencarnó. En Marzo 1921 sin dejar descendencia. La desencarnación de su mujer le llevó a meterse en sus libros y se cuenta que se le veía pasear cabizbajo.
Le gustaba discutir sobre el Universo, Unamuno, la pobreza, la riqueza indecente, la vida, el alma… y pocos hablaron como él de Dios: “El hombre no vive solamente en la Tierra. Sus ideas, sus sentimientos, se pierden como la esencia de las flores, en el Cielo. La verdad de la existencia de un Dios infinito, eterno, la encuentra el hombre lo mismo en las maravillas de su alma, que en las maravillas de la naturaleza”.
A la edad de 89 años muere en su residencia habitual, calle Castelar nº 1, el 9 de febrero de 1938 a causa de un colapso cardiaco agravado por una miosclerosis, según el parte médico. Fue enterrado en el Cementerio Municipal de Alicante nicho 2185. Grupo 146.
Primer piso. Calle virgen del Pilar, junto a la Capilla (Osario 1), propiedad del mismo, que puede ser visitado a día de hoy.
No podríamos terminar esta biografía sin publicar la poesía que le dedicó nuestra querida Amalia Domingo Soler en 1873:
A SALVADOR SELLÉS
¿De dónde vienes poeta?
¿En qué región, di, en qué mundo Recogió tu mente inquieta
Algo de bardo profeta,
¿Algo gigante y profundo?
No es de aquí tu pensamiento, Ni cuanto en tu ser se encierra De ternura y sentimiento,
¡Es tan distinto tu acento De los hijos de la tierra!
¡Genio entusiasta y ardiente! Cuéntame algo de tu ayer,
¿Por qué has dejado tu Oriente?
¿Por qué has venido a Occidente Para amar y padecer?
¿Tanto has llegado a pecar, Que a este mundo de expiación Te tuvieron que enviar?
¿Te llegaste a rebelar En tu ardiente inspiración?
Algo de esto deber ser; En tu pasada existencia Quizá llegaste a creer
Que era omnímodo el poder De tu osada inteligencia.
Y hoy por eso estás aquí, En tu humilde rincón, Soñando en tu frenesí; Viendo pasar ante ti
Mil sombras de tentación.
Porque tu genio fecundo, Tu inspiración sobrehumana Y tu talento profundo,
Non son de este mundo Pertenecen al mañana.
El que llora sus amores Cuenta triste desconsuelo, Y lamenta los horrores
De esos genios destructores, No es de la tierra, es del cielo.
¡Espíritu noble y fuerte!
¡De otras regiones cantor! Aquí llorarán tu muerte, Aquí sentirán perderte, Genio de paz y de amor.
Más, aquellos que soñamos En otros mundos mejores,
Tu estancia aquí lamentamos; Aunque aliento recobramos Con el ámbar de tus flores.
Pero tú debes vivir Donde brille la verdad; Quien cual tú sabe sentir,
¡Su vida…, su porvenir…

Su mundo es…, la eternidad!
Amalia Domingo Soler – La Revelación 1873