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Capítulo 4- LA ENERGÍA CÓSMICA
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sábado, 23 de mayo de 2020
Henri-Frédéric Amie
Henri-Frédéric Amiel fue un filósofo, moralista y escritor suizo, autor de un célebre Diario íntimo.
hugonoteque se había trasladado a Suiza después de la revocación del Edicto de Nantes. Era el hijo primogénito del comerciante Henri Amiel y de Caroline Brandt. Dos tragedias familiares marcaron su infancia: la muerte de su madre por tuberculosis cuando contaba apenas once años y, dos años más tarde, el suicidio de su padre. Así pues, con trece años y dos hermanas pequeñas, Fanny y Laura, fueron recogidos por su tío Frédéric Amiel y su esposa Fanchette, ya padres de cinco hijos. Esta estancia duró siete años.
Tras emprender estudios en su villa natal, viajó por Suiza, Italia, Francia y Bélgica. Muy dotado para el estudio, le enviaron a Alemania a cursar Filosofía en la Universidad de Heidelberg donde permaneció nueve meses, y los terminó en la Friedrich Eduard Benekeen psicología. También estudió teología y filología. Durante sus viajes trabó amistad con prestigiosos intelectuales europeos. En 1849 fue designado profesor Academia de Ginebra;gracias a su estudio; desde 1854 hasta su muerte tuvo la cátedra de filosofía moral. Estos cargos, conferidos por el partido demócrata, le hicieron perder el apoyo del partido aristocrático, que dominaba casi toda la vida cultural de la ciudad.
Este aislamiento inspiró el libro por el cual todavía es conocido, las diecisiete mil páginas en doce volúmenes de ;("Diario Íntimo"), escrito entre 1839 y 1881 y publicado póstumamente en un epítome de quinientas páginas y dos volúmenes por su amigo Esta obra, en versiones más o menos incompletas, dio a su autor fama en toda Europa y ejerció mucha influencia sobre otros autores que cultivaron el género, por ejemplo León Tolstoy Empezó a escribirlo atormentado «por la eterna desproporción entre la vida soñada y la vida real» y armado de un bisturí crítico despiadado, que ejerció con la obsesión de conocerse a sí mismo hasta el masoquismo. «Nada se parece tanto al orgullo como el desánimo», escribió.;obtuvo una simpatía que el autor no halló en vida. Filosóficamente fue un indeciso; osciló entre "Madame de Staël"y otros escritores, pero en este terreno tuvo particular éxito un libro más modesto,
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