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miércoles, 28 de agosto de 2013

"El Proyecto Nacional - Mi testamento político" 2ª Parte: LA IGLESIA - LAS FUERZAS ARMADAS

 LA IGLESIA

Existe una cabal coincidencia entre nuestra concepción del hombre y del mundo, nuestra interpretación de la justicia social y los principios esenciales de la Iglesia.
Ya en otra oportunidad busqué ofrecer una visión espiritual y trascendente del hombre y su puesto peculiar en la historia y la realidad.
Un hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, realizando su existencia como sujeto histórico que desempeña en el mundo una mística espiritual única entre los seres de la Creación. Tal hombre, realizado en la comunidad, está lejos de concretar fines egoístas o burdamente materiales pues, como ya lo sabían los griegos, no hay equilibrio posible en una comunidad en la que el alma de sus habitantes ha perdido una armonía espiritual.
En este sentido, no sólo los principios filosóficos guardan plena coherencia; la Iglesia y el Justicialismo instauran una misma ética, fundamento de una moral común, y una idéntica prédica por la paz y el amor entre los hombres.
No vacilo en afirmar que toda configuración socio-política, tanto nacional como mundial, supone, además de una clara exigencia nacional, una sólida fe superior, que impregna de sentido trascendente los logros humanos.
Si en las realizaciones hsitóricas dependemos de nuestra propia creatividad y de nuestro propio esfuerzo, el sentido último de toda obra estará cimentado siempre sobre los valores permanentes.
No pretendo evaluar integralmente la concepción de la Iglesia, a los propósitos de un modelo temporal como es el Modelo Argentino.
Pero estoy seguro, eso sí, que el llamamiento de las cartas encíclicas, las construcciones pastorales y las cartas apostólicas - particularmente en las más recientes - constituyen para nosotros un aporte claro y profundo. Pienso que, es este terreno, el Modelo Argentino sólo necesita que ese mensaje sea adoptado eficientemente.
Presento un Modelo Nacional, Social y Cristiano.
Al núcleo trascendente del hombre argentino va esta respuesta: es hora de superar una visión materialista que amenaza aturdir al ciudadano con incitaciones sensoriales que dispersan su vida interior.
La ruta que debemos recorrer activamente es la misma que definen las escrituras: un camino de fé, de amor y de justicia, para un hombre argentino cada vez más sediento de verdad.


LAS FUERZAS ARMADAS 

Pienso que el mundo del futuro tiene una sila posibilidad para poder realizarse: adoptar la concepción universalista, es decir, concebirse totalmente integrado. Para ello, es imprescindible que las naciones ingresen decididamente por el camino de la paz.
Sin embargo, la organización del mundo según la concepción universalista, no implica la desaparición de fricciones por discrepancias en el nuevo orden internacional, especialmente durante la etapa de gestación de esa nuevo mundo. Tampoco excluye totalmente las posibilidades de que se produzcan conflictos bélicos, a través de los cuales determinados grupos, especialmente los económicos, pretenderán satisfacer sus propios intereses.
Es más, la marcha hacia el universalismo, en su sucesivas etapas (nacional, regional y continental), se caracterizará por la lucha que desarrollarán las naciones para independizarse de los imperialismos que las mantienen oprimidas.
El Modelo Argentino define, claramente, el estilo nacional que deberá identificar a la República en el futuro y, además, establecer los grandes objetivos que deberán alcanzarse para lograr la total liberación nacional.
Tal circunstancia implica que las Fuerzas Armadas, adecuadamente reorganizadas en base al real potencial de la Nación y a las verdaderas exigencias de la Defensa Nacional, se apresten a respaldar firmemente la transformación que marca la República. Transformación que, por otra parte, no es más que la materialización del deseo manifestado por el pueblo argentino, de eliminar definitivamente las formas de opresión de distinta naturaleza que durante decenios ejerció el imperialismo, para detener, en beneficio propio, el desarrollo nacional.
A fin de enmarcar con precisión las misiones que cumplirán las instituciones Armadas, deberá tenerse particularmente en cuenta que no sólo se limitarán a prepararlas para el desarrollo específicamente militar, sino que participarán decididamente en el proceso de liberación nacional, contra toda forma de imperialismo interno o externo.
Dicha intervención se concretará mediante actividades de apoyo a la comunidad y a través de acciones de tipo educativo que se dirigirán, especialmente, sobre el personal de tropa que anualmente pasa por sus filas, y que se extenderán al personal de cuadros, quien tendrá a su cargo difundir y predicar la Doctrina Nacional. Doctrina que sintetizándola podríamos definir como las máximas aspiraciones argentinas, vertidas en el Proyecto Nacional. 
Las Fuerzas Armadas son parte del pueblo y, como tal, están integradas con el mismo. La unión y solidaridad  del pueblo y Fuerzas Armadas son una precondición para que fructifique la Democracia Social de nuestro Modelo Argentino.
En consecuencia, a las Fuerzas Armadas, como a cualquier otro sector de nuestra sociedad, les compete desempeñar un rol preponderante en la Doctrina Nacional. Esto significa, que si bien nuestras Instituciones Armadas, ante la eventualidad de un conflicto militar, constituirán la columna vertebral del sistema de defensa, su participación no se limitará a prepararse para esas posibilidades. También colaborarán firmemente en los esfuerzos en que se empeña el Estado Argentino y el resto de los sectores nacionales, con la finalidad de alcanzar y consolidar el desarrollo armónico de la República.
Nuestras Fuerzas Armadas asumieron plenamente la tarea de defensa contra el neocolonialismo y su compromiso consiste en la participación activa en la reconstrucción del país realizada con sentido nacional, social y cristiano.
Un nuevo aporte, en estas circunstancias, será el de contribuir a la formulación del Proyecto Nacional como otro grupo efectivo de pensamiento de los que conforman la comunidad argentina, señalando para cada uno de los grupos que responden al quehacer nacional, qué es lo que conciben más apropiado para lograr la grandeza y la felicidad del pueblo argentino.
A fin de cumplir con eficiencia las misiones generales señaladas, nuestras Instituciones Castrenses deberán reunir ciertas características que enunciadas configuran el Modelo de Fuerzas Armadas que necesita el país para respaldar su futuro.
Consecuentemente, las Fuerzas Armadas Argentinas deben :

  1. Tener un profundo conocimiento de los objetivos nacionales y consustanciarse con ellos. 
  2. Integrarse estrecha y realmente con el pueblo del cual se nutren y a quien se deben
  3. Establecer íntimo contacto con los diferentes sectores de la sociedad a fin de comprender sus problemas y necesidades, única forma para materializar objetivos comunes.
  4. Elaborar la Estrategia Militar basada en la que adopte al Estado. Consecuentemente, elaborar la Doctrina Militar Nacional y estructuras las organizaciones adecuadas para satisfacer sus exigencia
  5. Desarrollar una verdadera Doctrina Conjunta que facilite y haga más eficiente el accionar militar 
  6.  Coparticipar activamente en el desarrollo nacional fomentando áreas aún no abarcadas por los sectores privados y vinculadas con la defensa nacional
  7. Impulsar decididamente la actividad científico-técnica, con la finalidad de desarrollar una industria bélica nacional que la autoabastece, eliminando la dependencia del extranjero
  8. Sumar su acción a los esfuerzos que los sectores nacionales realizan en las distintas áreas de la comunidad, para romper con la sujeción material o espiritual ejercida por los grandes intereses extranacionales
  9. Participar activamente, con su tecnología, medios y personal, en la ejecución de los programas industriales que se realicen en el ámbito civil, fundamentalmente en aquellos de importancia estratégica, como el Plan Siderúrgico Nacional, y en los que sean fuentes de producción de sus propias necesidades
  10. Cooperar con la comunidad en cuanto oportunidad pueda prestar su concurso en pro del bienestar del pueblo
Así concibo a nuestras Fuerzas Armadas, consustanciadas con nuestro puebklo en una estrecha e indestructible unidad espiritual

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