HERALDO DE UN MUNDO NUEVO

OVIDIO PRACILIO: HERALDO DE UN MUNDO NUEVO

Por Carlos Abraham

La literatura argentina abunda en escritores que no han obtenido la repercusión merecida, pese a haber desarrollado una obra continuada a lo largo del tiempo y basada en premisas originales y renovadoras. Esto se ve potenciado cuando el autor no habita en centros urbanos provistos de un intenso movimiento cultural.
Ovidio Pracilio pertenece a dicho grupo de escritores. Nacido en Santa Rosa (La Pampa), el 11 de abril de 1912, se recibió de abogado en 1945 en la Universidad Nacional de La Plata y tuvo una extensa actuación política, en la que destacan sus dos años (1947-1948) como gobernador de Chubut y su actuación en 1973 como Ministro de Gobierno, Educación y Justicia de La Pampa. En 1949 fue nombrado juez federal de La Pampa, actividad en la que se desempeñó hasta 1953. En 1954 inauguró el Primer Juzgado Federal del Gran Buenos Aires, con asiento en San Martín, donde se desempeñó hasta su retiro. Falleció en Buenos Aires, en 2004.

Su abuelo fue Cesáreo Pracilio, inmigrante italiano que introdujo el espiritismo en La Pampa. En 1898, junto a cofrades como los albañiles Tuñón y Juan Gaetán, y el soldado retirado José Armas, realizó las primeras “experiencias de comunicación con espíritus” en el por entonces Territorio Nacional, basándose en las enseñanzas del Libro de los médiums de Allan Kardec. También mantuvo correspondencia con Cosme Mariño, director del periódico espiritista Constancia, de frecuencia mensual.
El 1 de mayo de 1903 fundó en Santa Rosa la sociedad espiritista “Luz de La Pampa”.

Su padre, Nicolás Pracilio, también merece mención. Compartió el interés por lo sobrenatural, fundando el 30 de agosto de 1910 la sociedad espiritista “La esperanza del porvenir”. En 1950, escribió una novela de ciencia ficción de cuño verniano, titulada Un viaje de la Tierra a Marte, que permanece inédita.

Como queda expuesto, Ovidio Pracilio, en su rol de escritor de ciencia ficción, no surgió de la nada. Provenía de una genealogía vinculada al interés por lo sobrenatural (en el caso del abuelo) y por lo sobrenatural y la ciencia ficción (en el caso del padre).

El autor se inició en el periodismo publicando artículos en los diarios La Capital y La Tarde, ambos de Santa Rosa. En 1935 fundó el periódico El Heraldo, en formato tabloid: su número inicial incluía una carta de Marcelo T. de Alvear y una de Alfredo Palacios. Fue uno de los primeros diarios de Santa Rosa, y gran parte de su material era escrito por él mismo. Debió venderlo al poco tiempo por problemas económicos. Volvió al ruedo con Diario del Foro (1936), dedicado a informaciones policiales y jurídicas. Este segundo periódico pudo aparecer gracias al obsequio de material tipográfico usado por parte de Natalio Botana, director del diario Crítica.

Las obras de ciencia ficción

Fue autor de más de veinte libros. Dentro de su variada producción textual, la faceta más trascendente de Ovidio Pracilio fue la de escritor de ciencia ficción. Constituyó en este campo uno de los autores más prolíficos a nivel nacional.

Su aporte fundamental al género fue la serie novelística “Fabulosas aventuras del Profesor X”, que narra las investigaciones y los viajes del misterioso sabio del título y de su fiel grupo de amigos. Está compuesta por cinco títulos. Los cuatro primeros aparecieron en rápida sucesión a mediados del siglo XX: La explosión que destruyó un mundo (1958), El uranio de los atlantes (1959), La primera base interplanetaria (1959) y Sobrevolando mundos desconocidos (1959). El quinto volumen, anunciado como La invasión marciana, permaneció inédito durante muchos años, hasta ser publicado en 1995 bajo el título Un viaje interplanetario.

La intencionalidad de la serie trascendía lo literario. Pracilio se consideraba, por sobre todo otro aspecto, un investigador (hecho que puede constatarse por la preponderancia de ensayos en su bibliografía). Sin embargo, sus teorías no fueron tenidas en cuenta por las universidades y por los científicos y sociólogos a quienes las remitió. Esto generó el proyecto de difundir su pensamiento de forma ficcional, para llegar a un público más amplio. Al examinar las “Fabulosas aventuras del Profesor X”, es fácil comprobar que, a pesar de la abundante acción y de las numerosas peripecias que atraviesan los protagonistas, la mayor parte del espacio textual está ocupado por la exposición de las diversas teorías matemáticas, físicas, filosóficas e históricas de “X”, que no son otras que las del mismo Pracilio (hasta el punto de repetir textualmente consideraciones expresadas en trabajos ensayísticos).

Hoy en día, el principal valor de las narraciones de ciencia ficción de Ovidio Pracilio es el artístico. Se trata de competentes novelas de aventuras, con personajes bien caracterizados y peripecias interesantes, y con un acucioso trabajo de documentación en cuanto a los escenarios donde se desarrollan.
Sin embargo, la intención primordial de Pracilio no era artística sino científica. Su propósito era emplear la narrativa como un vehículo de exposición de sus teorías.
A pesar de que algunas de sus teorías científicas son discutibles, la persistencia en el trabajo creativo a lo largo de las décadas, los acertados planteos de naturaleza ético-social y la original idea de una serie de novelas de ciencia ficción en una fecha tan temprana como los años cincuenta, permiten considerar a Ovidio Pracilio como un hito en la historia de la literatura argentina.